La importancia de los medios

Si no comunicas no existes, es una frase que llevo conmigo desde que empecé en este mundillo. Y es que hoy en día empresa, negocio y, ¿porqué no? persona que no comunica es como si realmente no existiese. Pero, ¿qué comunicamos? ¿a quién comunicamos? y sobre todo, ¿a través de dónde comunicamos? es lo primero que nos tenemos que preguntar.

La respuesta a la primera pregunta es sin duda que hay que comunicarlo todo. Todo lo que pasa en nuestra empresa, tanto dentro como alrededor de ella, así, además de mantener informados a nuestros clientes, empleados, proveedores, etc, daremos una imagen de transparencia, un aspecto que siempre genera atracción y sobre todo confianza.



Está claro que a todo el mundo no le va a interesar los acontecimientos de una determinada compañia sino tiene un pequeño vínculo con ésta. Una vez leí que no se trata de llegar a cuanta más gente mejor, sino a todo el público que interesa el mayor número de veces posible. En este sentido, tendremos que tener claramente diferenciado nuestro público objetivo, al cual siempre añadiremos clientes, empleados, proveedores, ... que, como he mencionado antes, tienen que estar informados en todo momento.

Para comunicarnos con éstos, el paso más importante es la elección del canal de comunicación, el medio a través del cual nos vamos a dirigir. Es esencial disponer de una lista de medios relacionada con nuestra empresa, por ejemplo, si nuestra empresa se trata de una floristería, intentaremos comunicarnos a través de medios relacionados con el sector de ésta, ya sean digitales o impresos y, sin olvidar tampoco, la difusión vía redes sociales (sobre las cuales ya profundizaré más adelante).

En mi caso me ha ido muy bien tener una primera "toma de contacto" con cada uno de los medios con los que me relaciono, presentándome a la persona correspondiente antes de comenzar a enviar determinadas comunicaciones, ya sean notas o comunicados de prensa, y así será más probable que te hagan un "huequecito" donde insertar tu noticia.

No os imagináis mi alegría cuando un día tomando café, abrí el periódico que estaba sobre la mesa y descubrí mi primera noticia publicada... ;)

¡Comenzamos!

Los comienzos siempre son difíciles. Se trata de un simple factor de tiempo mientras te situas, investigas, te haces con el vocabulario técnico y demás. Todavía recuerdo mi primer día de trabajo en la radio cuando me dieron un micrófono para que realizara un "tren de voces", algo que no había escuchado nunca.

En este sentido, el comienzo de un blog tampoco es tarea fácil. En mi caso, llevaba mucho tiempo con ganas de escribir uno pero nunca me había decidido hasta ahora, hasta que he tenido "algo que comunicar". Por eso, una vez elegido el tema, el siguiente paso fue escoger un título, el cual me vino rápido a la mente ya que llevaba un tiempo sopesando las circunstancias que me habían llevado hasta donde estoy hoy, y así una cosa me llevó a la otra.



Como tercer paso, y hablando siempre desde mi experiencia, escogí la plataforma donde se iba a desarrollar mi blog. Hay muchas: Blogger, Wordpress, ... pero escogí esta porque me resultó más familiar. Y también seleccioné la plantilla que, aunque depende del gusto de cada uno, sí recomendaría que tuviéseis cuidado con la legibilidad (podéis echar un vistazo a la Tabla de Karl Borggrafe sobre legibilidad de las letras sobre fondos de color). Pero quizá el paso decisivo fué empezar a escribir el primer post, el cual, una vez superado el miedo al "fondo blanco" y al "¿estará bien escrito?", vino solo.

Sé que al principio tendré fallos (los cuales intentaré corregir) y que poco a poco empezará a coger forma. En cualquier caso no hay que preocuparse por eso, es el comienzo, habrá errores, y de los errores aprendemos ;)

De comunicación va la cosa...

Nunca se sabe hacia donde te va a llevar la vida, y menos cuando tienes dieciocho años y tienes que elegir el camino por el que quieres seguir. Seguramente existan personas que desde pequeñas hayan tenido muy claro que querían ser "de mayores" pero no fué así mi caso.

Para empezar, nunca pensé que iba a estudiar Publicidad y Relaciones Públicas, fué una decisión en el último instante, el último día en solicitar la plaza en la Universidad. Siempre me había planteado realizar algo relacionado con números, ciencia e incluso, ¿quién sabe? ser cantante. Pero no, lo mio iba a ser la comunicación.

Poco a poco, y conforme fué pasando el tiempo, empecé a cogerle el gustillo a eso de la publicidad, eventos, creatividad y diseño gráfico, sobre todo a estas dos últimas cosas que habían despertado mi curiosidad a lo largo de la carrera, haciendo que me quisiese enfocar en la creatividad publicitaria.

Busqué y busqué, enviando mi curriculum e intentando tener una oportunidad en el mundo de las agencias pulicitarias, pero mi camino se vio dirigido hacia otra rama a la que no tenia pensado dirigirme: la comunicación. Tras una incursión en el periodismo, terminé como responsable de comunicación y marketing, un mundo en el que, a día de hoy, sigo aprendiendo.

Por eso he decidido hacer este blog, para compartir mis nuevos descubrimientos del sector, las palabras técnicas que a veces cuesta hasta pronunciar, personas relevantes y que siempre aportan conocimientos, pasos para la realización de determinadas tareas y muchas cosas más que iré compartiendo para que,¿quién sabe? algún día os pueda ayudar en vuestro camino.